QUE SON LOS ELECTROLITOS

– Un suplemento imprescindible para el caballo de deporte-

Los electrolitos son minerales que están disueltos en la sangre y los tejidos del cuerpo que poseen una carga eléctrica positiva o negativa. Los electrolitos son generalmente ácidos , bases o sales . Estos minerales ayudan a preservar el equilibrio de los fluidos dentro y fuera de las células. También, funcionan trasmitiendo los impulsos nerviosos dirigidos a provocar las contracciones en los músculos, latidos del corazón, etc. De hecho, los electrólitos están implicados en prácticamente todas las funciones del cuerpo, lo que quiere decir que son muy importantes para el caballo, en especial para el de competición.

El equilibrio de los electrolitos y por tanto el correspondiente rendimiento deportivo del caballo, se ve perjudicado con sólo un 3% de deshidratación, nivel difícil de percibir por el jinete. La manera más usual de ver si un caballo está deshidratado es observando el color de las encías y pellizcando la piel del cuello del caballo para observar si retrocede rápidamente o no. Estos procedimientos sólo empiezan a delatar que existe deshidratación a partir de un 8%, o sea, cuando ya es demasiado tarde, pues el rendimiento deportivo del caballo ya habrá sido afectado.

La absorción de los electrolitos

La sal común es una fuente de electrolitos muy importante, por lo que es recomendable que el caballo tenga acceso a un bloque de sal para compensar cualquier deficiencia que tengan en la dieta. El NRC (la organización oficial norteamericana que marca los niveles mínimos recomendados de nutrientes en las dietas de los caballos) estima que los caballos en entrenamiento, yeguas en gestación, o los que están expuestos a temperaturas elevadas, requieren una concentración de al menos el 0,1 % de sal común (NaCl) en su dieta para satisfacer sus necesidades. No obstante, si la cantidad de sal que recibe el caballo es restringida, los riñones pueden compensarlo hasta cierto punto, secretando menos sodio de lo normal.

Entre los electrolitos más importantes, citaremos el potasio, calcio, fósforo, cloro y magnesio, los cuales se pueden encontrar en las dietas equinas más comunes, en cantidad suficiente para el caballo en mantenimiento. Sin embargo, dicha cantidad no es suficiente para un caballo en entrenamiento, gestación o aquel que está expuesto a temperaturas muy elevadas.

La pérdida de electrólitos

Aunque el cuerpo del caballo conserva eficientemente los electrolitos que necesita, se pierde una cierta cantidad cada día a través de la orina, las heces, el sudor y las secreciones. Además de estas pérdidas habituales, los caballos pueden perder electrolitos en mayores cantidades si padecen alguna enfermedad, como la diarrea.

La forma más común de pérdida de electrolitos o al menos la más conocida por la gente, es la sudoración. El sudor es salado, lo que quiere decir que un incremento de la sudoración incrementa las pérdidas de electrolitos. Además, la sudoración también incrementa la pérdida de agua, que es normalmente más importante que la pérdida de electrolitos, por lo que esta debe siempre reemplazarse en primer lugar o al mismo tiempo que los electrolitos.

Por el contrario el ejercicio implica una pérdida de electrolitos. Un trabajo intenso provoca daños microscópicos a los músculos, ya que hace que las paredes de las células del músculo sean “agujereadas”. Debido a esto, un mayor número de los electrolitos que se encuentran en el interior de las células (como el calcio, magnesio y potasio), son liberados, provocando un aumento de estos en sangre, la cual no alcanza un nivel normal de electrolitos hasta después del ejercicio. Los riñones detectan este desequilibrio e inmediatamente trabajan para corregir la situación, haciendo que el exceso sea expulsado en la orina.

¿Cuándo y cómo suministrar suplementos de electrolitos al caballo?

  Obviamente, el cloruro sodio o sal, debe estar siempre al alcance del caballo como principal suplemento de electrolitos. La mayoría de los caballos consumen por instinto una cantidad de sal suficiente para satisfacer sus necesidades, no obstante, cuando la temperatura ambiente es muy elevada o el caballo desarrolla un trabajo intenso, es recomendable vigilar el bloque de sal que ponemos al caballo.

Un caballo que realiza un trabajo intenso, debe consumir un bloque de sal de 1,3 Kg . en aproximadamente dos semanas cuando la temperatura es elevada o en tres semanas cuando la temperatura es baja. Hay ciertos caballos que por aburrimiento se dedican a comer el bloque de sal y surja también la situación contrario de caballos que lo prueban. En estos casos, hay que quitarles el bloque de sal y se debe añadir la sal directamente a su ración.

Muchos jinetes, utilizan bloques de sal de libre acceso como la única fuente de electrolitos durante todo el año. Como regla general, si un caballo no realiza un trabajo intenso y hace un uso regular del bloque de sal, no es necesario que reciba suplementos de electrolitos adicionales. Normalmente los bloques minerales (de color marrón o rojo), no contienen la proporción ni la cantidad de minerales que necesita el caballo para reponer los electrolitos perdidos asi que es mas beneficios y mas barato proporcionar bloques de sal exclusivamente sin otros productos. Tampoco es aconsejable utiliza bloques de minerales fabricados para otros animales .

Los suplementos de electrolitos distintos de la sal común, deben darse sólo cuando sea necesario y en las cantidades adecuadas para conseguir unos mejores resultados. Por ejemplo, los caballos que trabajan y sudan constantemente o que están expuestos a temperaturas elevadas, deben recibir una cantidad diaria de electrolitos en varias tomas. Si el caballo necesita suplementos de electrolitos diariamente, es conveniente proporcionarlos de forma rigurosa, sin embargo si el caballo los va a necesitar durante un período corto (un nivel inusual de actividad o exposición al sol), deben empezar a tomar el suplemento el día antes del evento y continuar tomándolo hasta dos días después.

Siempre que se administren electrolitos, se deben seguir las indicaciones de los fabricantes de forma rigurosa. De acuerdo a estas recomendaciones, muchos caballos consumen con más facilidad los electrolitos cuando están mezclados con agua. De hecho, esta es la forma preferida de administración, ya que un aumento de las necesidades de electrólitos siempre va a la par con un aumento en las necesidades de agua. Sin embargo si al caballo no le gusta el agua que contiene electrolitos, se pueden añadir estos a la ración del pienso o se pueden administrar con una jeringa mezclándolos con puré de manzana para que lo ingiera mejor.

Si proporciona el suplemento de electrolitos en el agua, hay que proporcionar también, en otro cubo, agua sin electrolitos y permitir elegir al caballo. Si observa que el caballo nunca prueba el agua con electrolitos, hay que suministrarlos de otra manera. Esto significa que el caballo tendrá para elegir dos cubos de agua, uno con electrolitos y otro sin ellos.

No hay que olvidar que un caballo que recibe suplementos de electrolitos, necesita más agua en su dieta para equilibrar la carga de electrolitos. Si el caballo no recibe la cantidad de agua que necesita, puede producirse una sobrecarga de electrolitos. Para deshacer esta sobrecarga, el caballo secretará más agua en su sistema intestinal o mediante sus riñones. El resultado será un caballo que está más deshidratado que antes de haber proporcionado los electrolitos – precisamente lo que se intentaba evitar.

Se deben proporcionar suplementos de electrolitos junto con un libre acceso a un bloque de sal, en las siguientes circunstancias:

Si el caballo no consume una cantidad adecuada de sal por sí mismo. Es decir, un bloque de sal cada dos semanas para caballos en trabajo intenso o que están expuestos a temperaturas elevadas o un bloque de sal cada seis semanas para caballos que no están trabajando o que están expuestos a temperaturas moderadas.

Si el caballo ingiere una cantidad adecuada de sal, pero muestra signos de padecer un desequilibrio de electrolitos como deshidratación leve, calambres musculares, mioglobinuria, pérdida de apetito, debilidad, letargo o disminución de la orina. Es recomendable acudir a un veterinario para que determine si la causa principal es un nivel desequilibrado de electrolitos. Si se comprueba que el caballo está libre de cualquier problema médico y ha estado haciendo ejercicio regularmente y/o ejercicio bajo temperaturas elevadas, los suplementos de electrolitos son muy recomendables.

Si el caballo va a realizar un trabajo intenso y no puede o no quiere comer o las temperaturas son altas y debido a ello suda mucho.

Si el caballo tiene un problema influenciado por, o a causa de, anormalidades electrolíticas; por ejemplo, problemas musculares o diarrea.

 

 

 

Bibliografía:

  • Coby Bolger, Centro de Nutrición Equina , Madrid, España.