Este es un deporte difícil. Cuantas cosas se tienen que conjugar para lograr un éxito. Entrenamiento, alimentación, herraje, trabajo, trabajo y más trabajo. Pero una cosa, se tiene o no se tiene. El ojo para los caballos. Es una cualidad que se puede trabajar como el oido para los músico. Pero hay gente con oido absoluto. Tambien al rededor de cada caballo campeón lo acompañan interesantes anécdotas y lo Campo Nadie no es la excepción. Esta breve historia mezcla ambas y como uno quizás se ha cruzado cuanto caballo campeón sin darse cuenta del potencial.
Nos cuenta don Pablo Figueroa que un día común y corriente fue hasta donde un caballero que le vendió un poni. Mientras cargaban el nuevo ejemplar en el carro le llamó la atención una yegua que se movía con la cola parada. A lo que le preguntó si acaso tenía algo de arabe.
El hombre le confirmó la duda y agregó que además tenía un hermano 100% árabe. Le preguntó el valor a lo que el criador de ponis respondió en la jerga de wallstreet: “Precio ‘e feria’.
Se estrecharon las mano y Pablo que fue por un Poni volvió con 3 equinos y uno de ellos el popular Lo Campo Nadir.
Este caballo largó este sábado en los 120Km Young riders montado por Agustin Arenas.
La categoría no estuvo muy poblada, sin embargo no fue excusa para que fuera menos competitiva. Agustin y Fernanda se fueron palmo a palmo hasta la tercera vuelta.
Precisamente en la etapa donde el calor se volvió el protagonista de las preocupaciones de cada jinete. Agustin sin querer perder de vista a Fernanda en Marengo Itata hizo un penalty al ingresar al vetcheck apresuradamente. Esto le costó minutos preciados y largaría con mas de 10 minutos de diferencia.
Era el momento de decidir, jugarse el poker o cuidar el puesto. Salir a pillar o asegurar un podio.
Considerando el calor y la exigencia que era reducir 10 minutos en 20Km, Agustin tomó el camino de la prudencia. Y a un ritmo más tranquilo, pero con ímpetu completó los 120K.
Este deporte puede ser agotador y frustrante pero siempre, siempre premia el trabajo. A corto o largo plazo; pero te premia. Así lo debe haber sentido Agustin cuando se enteró que subía al primer lugar luego que Marengo Itata no lograra superar el vetcheck final.
Así esta historia que unió desde el señor que vendía ponis, a Pablo Figueroa, HL Endurece hasta su jinete Agustin concluyó con un primer lugar de 120Km.
Por lo menos yo estaré atento a los próximo capítulos de Lo Campo Nadir